Apicectomía. ¿Qué es y en qué casos se realiza?
Son varias las técnicas odontológicas utilizadas para salvar las piezas dentales y cuidar de nuestro estado bucodental. Sobre una de ellas te hablaremos en este artículo, porque conocer qué es la apicectomía puede darte una respuesta al problema que presentas.
Índice del artículo
¿Qué es una apicectomía?
Una apicectomía es un proceso de cirugía maxilar que permite amputar el ápice, que es la porción más distal de la raíz de una pieza dental dañada y de los tejidos anexos debido a la persistencia de una infección que no se puede resolver de otra manera. Se trata, por tanto, de un tratamiento cuyo objetivo prioritario es salvar el diente.
Solemos recurrir a este tratamiento cuando las técnicas endodónticas fallan o no sea viable su aplicación. Procedemos a despegar, elevando un colgajo, el tejido blando y la encía, para dejar expuesto el ápice tras ampliar el defecto óseo causado por la infección en el hueso que da soporte a la pieza dental. Así, con esta cirugía, logramos retirar el tejido dañado para posteriormente hacer una resección del ápice de la raíz dental.
Una vez realizada esta fase del tratamiento, preparamos la cavidad del conducto para rellenarla con un sellador especial. Concretamente, con una sustancia llamada material trióxido agregado (MTA). Luego, suturamos la encía sobre la zona que se ha hecho la incisión. Por último, en unos pocos meses, el hueso que rodea el ápice de la raíz se curará y ya no habrá infección.
¿En qué casos se realiza una apicectomía?
La apicectomía se debe realizar cuando la infección dental no se controla mediante otras técnicas conservadoras como la endodoncia. Los síntomas pueden ser la persistencia de una fístula, por donde drena la infección, que se suele acompañar de la presencia de un quiste inflamatorio o un granuloma junto a la raíz del diente, apreciables en una radiografía.
En ocasiones puede haber agudizaciones de la inflamación y producirse un absceso periapical agudo o una celulitis, procesos de mayor gravedad. Por ello si no es posible una nueva reendodoncia, la mejor solución para salvar la pieza dental es esta intervención.
No obstante, a veces no se puede salvar el diente y se debe recurrir a técnicas no conservacionistas. Es entonces, cuando se procede a la extracción dental.
¿Cuándo debemos recurrir a la exodoncia?
Debemos recurrir a la extracción de la pieza dañada o exodoncia cuando acontecen varios supuestos. Te explicamos cuáles.
- En el supuesto de que el diente ya tenga falsos conductos o presente una fractura.
- En caso de que la infección sea aguda y presente un sangrado abundante.
- Si el hueso maxilar se ve afectado por la infección.
- Cuando haya un daño muy importante de la raíz dental.
- Si la zona que presenta la infección está cerca del seno maxilar o en lugares de difícil acceso.
¿Por qué la endodoncia no basta?
La endodoncia es una técnica muy recurrida en las clínicas donde apostamos por las técnicas odontológicas conservadoras. La realizamos de forma asidua para corregir caries, fracturas y otros problemas que no tienen solución con intervenciones más simples. Con ella, salvamos las piezas dentales y les devolvemos la funcionalidad.
Más del 90% de las endodoncias tienen éxito. No obstante, hay algunos pocos casos que, aunque se realice de forma adecuada, el tratamiento del conducto no garantiza la eliminación de la infección y se debe recurrir a tratamientos como la apicectomía o, en caso de no ser viable, extraer la pieza. Normalmente, la causa principal del fallo endodóntico es la presencia de patógenos infecciosos resistentes a las terapias de limpieza aplicadas.
¿Cuándo está contraindicada la apicectomía?
De igual modo que existen circunstancias favorables a la realización de una apicectomía para eliminar la infección y salvar las piezas dentales, hay otros supuestos en los que no se recomienda. A continuación, te indicamos los factores que suponen un riesgo para su realización.
- La presencia de una enfermedad periodontal muy avanzada (periodontitis o piorrea).
- Pacientes con problemas de coagulación que impidan el control hemorrágico.
- Piezas dentales con presencia de fracturas longitudinales.
Por todas estas circunstancias, es preciso que un profesional cualificado realice un diagnostico personalizado que dé una respuesta individualizada a cada paciente. Ello requiere una evaluación exhaustiva de tu estado bucodental, incluyendo un examen radiográfico, sondajes y demás pruebas para valorar el estado de los dientes y del tejido gingival, antes de proceder a un tratamiento de apicectomía. Además de revisar el historial médico del paciente y así, descartar posibles incompatibilidades.
Fases del tratamiento
Una vez realizado el estudio pertinente, habiendo valorado el estado del paciente y considerando la apicectomía como el procedimiento quirúrgico más idóneo para la conservación del diente, realizaremos la intervención. ¿Cómo?
- Aplicamos anestesia local para insensibilizar la pieza dental y evitar el dolor.
- Realizamos una pequeña incisión sobre la encía, en la zona cercana a la infección.
- Accedemos a la estructura ósea.
- Eliminamos la cantidad de hueso precisa para dejar al descubierto el ápice de la raíz.
- Realizamos un corte para extraer el ápice y facilitar el drenaje de los tejidos infectados.
- Sellamos el conducto dental con MTA para evitar filtraciones y evitar la reinfección.
- Suturamos la incisión y dejamos la encía lista para la regeneración y la total sanación.
- En pocos meses, el tejido óseo estará curado y no habrá rastro de infección.
¿Cómo es el postoperatorio?
La apicectomía es una intervención relativamente sencilla, aunque es técnica y precisa. Es por esto que debe ser un profesional especializado quien la realice. Su duración suele estar comprendida entre los 60 y 90 minutos y necesita un equipamiento avanzado para su realización.
Una vez finalizada la intervención, es habitual que en los días siguientes se presente cierta inflamación en la zona tratada. Para minimizar las molestias, los odontólogos solemos recetar algún medicamento específico.
No se trata de un tratamiento doloroso, ya que es una cirugía poco invasiva que no genera casi molestias. Lo que sí debe tener claro el paciente, es que es recomendable seguir las pautas y cuidados específicos recomendados por el especialista. Así, se evitan posibles complicaciones.
Una vez transcurridas dos semanas tras la intervención, las suturas ya no se percibirán. Transcurridos seis meses, se podrá también valorar radiográficamente el resultado.
Periodontium. Especialistas en tratamientos avanzados
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Trabajamos para dar una respuesta adaptada a tus necesidades concretas. Sea cual sea tu problema bucodental, te ayudaremos a solventarlo con seguridad y buen hacer. Cuidamos de tu dentadura y de ti.
Ahora ya sabes a grandes rasgos qué es una apicectomía y en qué casos puede ser necesaria. Ante cualquier duda o si crees que necesitas una intervención de este tipo, te invitamos a contactar con nosotros para obtener asesoramiento y valorar tu caso concreto. Aquí nos tienes siempre que nos necesites.
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