Regeneración ósea: la solución para poner implantes dentales
La regeneración ósea como técnica de implantología dental supone una de las intervenciones odontológicas más avanzadas. Gracias a este método garantizamos la recuperación del hueso maxilar que da soporte a los implantes dentales.
Para que la inserción de un implante dental tenga éxito, es de vital importancia que la estructura ósea del maxilar sobre el que se integrará la pieza sea óptima.
Si hay poco hueso y la superficie de agarre es deficiente, las condiciones no son buenas. ¿Qué debemos hacer para solucionarlo? ¡Sigue leyendo!
Índice del artículo
- Injerto de hueso para la regeneración ósea dental
- ¿En qué casos es necesario recurrir a un injerto de hueso?
- Tipos de injerto óseo
- Otras técnicas odontológicas que usamos para la regeneración ósea dental
- ¿Cómo son la cirugía de injerto de hueso y el postoperatorio?
- Confía en Periodontium para realizarte tus tratamientos de implantología dental
Injerto de hueso para la regeneración ósea dental
Cuando se produce una pérdida de hueso en el maxilar y la capacidad de soporte dentario disminuye, resolver las ausencias dentales se complica. Aunque, actualmente, contamos con técnicas odontológicas avanzadas que nos permiten intervenir y regenerar la estructura ósea.
Gracias al injerto de hueso, podemos dar una respuesta garantista a los pacientes con poca capacidad ósea maxilar y problemas asociados a la enfermedad periodontal.
Si tienes periodontitis o tus ausencias dentales se han prolongado mucho en el tiempo, es probable que se complique la inserción y la correcta cicatrización de los implantes dentales.
Por eso, es importante recurrir a una buen implantólogo que pueda valorar tu caso. Necesitas una solución personalizada y garantista.
Cuando injertamos tejido óseo sobre el maxilar del paciente, estamos adecuando la zona para que recupere su capacidad de sujeción dental. Los implantes y las prótesis que sustituyen las pérdidas de los dientes originales deben integrarse sobre el hueso adecuadamente. Para ello es preciso contar con una óptima densidad ósea.
En muchos casos de cirugía implantológica es imprescindible recurrir a los injertos óseos cómo única solución. A veces, solo así, podemos posibilitar un tratamiento con implantes dentales.
¿En qué casos es necesario recurrir a un injerto de hueso?
El injerto de hueso, como proceso previo a un tratamiento con implantes dentales es imprescindible en algunos casos concretos. Según las necesidades del paciente y su estado oral, ¿cuándo necesitamos hacer un injerto de hueso sobre el maxilar?
- Cuando tengamos como objetivo mantener una adecuada dimensión ósea alveolar tras una extracción dental. De tal forma, garantizamos capacidad ósea suficiente para un futuro tratamiento con implantes dentales.
- Para rellenar los defectos óseos que puedan existir sobre la estructura donde se colocará el implante.
- Cuando precisemos conseguir altura ósea suficiente para la elevación del seno maxilar.
Aunque te parezca muy complejo, la regeneración ósea no es un proceso tan complicado. Si te pones en manos adecuadas, el buen resultado estará garantizado. Un implantólogo experimentado podrá facilitarte una solución personalizada.
Tipos de injerto óseo
Según el estado bucodental de cada paciente y el criterio profesional del implantólogo, se pueden colocar tres tipos de injerto de hueso. Veamos cuáles son:
- Injertos de hueso humano: conocido como injerto autólogo, se obtiene tejido óseo procedente del propio paciente. Permiten el trasplante de células vivas y no son rechazados. También existe hueso humano tratado, procedente de banco de tejidos.
- Injertos de otras especies: proceden de otros animales; bobino, porcino o equino. Se obtienen mediante la extracción y procesamiento para la eliminación de antígenos.
Los injertos de hueso nos permiten ofrecer una oportunidad a todos los pacientes con problemas de capacidad ósea en el maxilar. Ahora, con este tratamiento y otras técnicas de regeneración, garantizar tu sonrisa es más fácil.
Otras técnicas odontológicas que usamos para la regeneración ósea dental
Además de los injertos dentales, existen otras técnicas odontológicas que permiten mejorar la capacidad del tejido óseo. ¡Fíjate cuáles son!
Plasma rico para favorecer la regeneración ósea
Se trata de una técnica en la que usamos la fibrina como fuente de leucocitos y plaquetas para la optimización del resultado de las intervenciones. Así, aplicamos este tipo de tratamiento cuando colocamos implantes dentales, al hacer un injerto de hueso, ante una elevación de seno maxilar, en las reparaciones alveolares o en las cirugías periodontales.
El uso de fibrina rica en factores de crecimiento estimula el proceso de osteointegración y acelera la curación de los tejidos afectados. En una semana, aproximadamente, las células regeneradoras se multiplican por cuatro y la recuperación se agiliza.
Regeneración tisular guiada
Se recurre al empleo de membranas que actúan como barrera entre el hueso y el tejido conectivo para restaurar la estructura ósea y facilitar la curación.
Elevación de seno maxilar
La elevación de seno maxilar es la técnica quirúrgica que recurre al injerto de hueso para mejorar el volumen y la altura ósea en la zona posterior del maxilar superior. Con este procedimiento posibilitamos la inserción de los implantes dentales y garantizamos su estética, permanencia y funcionalidad.
¿Cómo son la cirugía de injerto de hueso y el postoperatorio?
La cirugía de injerto de hueso se lleva a cabo bajo anestesia local, aunque si el paciente lo desea, también podemos recurrir a la sedación consciente. De cualquier forma, nos aseguramos de que las molestias sean mínimas y la intervención no cause dolor.
Durante el postoperatorio, el paciente puede sentir cierto malestar en la zona intervenida. Para aliviar las molestias, el especialista le prescribirá un tratamiento medicamentoso específico. También se indicarán una serie de cuidados básicos que el paciente debe seguir para controlar la inflamación y favorecer la cicatrización.
Además, durante los primeros días, tras la intervención, es importante mantener ciertas precauciones. Se debe evitar el consumo de alimentos duros, extremar las precauciones con las bebidas muy frías y calientes, no someter la zona a presión y seguir las pautas de higiene que recomiende el dentista.
Deben pasar entre 6 y 9 meses, para proceder a la colocación de los implantes dentales. La zona intervenida debe estar totalmente recuperada y el hueso regenerado. Para ello, son básicas las revisiones dentales periódicas, en las que comprobaremos como está evolucionando la recuperación.
Confía en Periodontium para realizarte tus tratamientos de implantología dental
En Periodontium contamos con un equipo de profesionales especializados en cuidado periodontal e implantología. El Doctor Alberto Remolina es un profesional experimentado y capacitado para tratar casos complejos. Sea cual sea tu problema oral, podemos ayudarte.
Si necesitas un tratamiento de implantología dental, aquí estarás en las mejores manos. Tanto si tu caso requiere un injerto de hueso como si precisas cualquier otra técnica para facilitar tu tratamiento, esta es tu clínica. Contacta con nosotros, estaremos encantados de atenderte.
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